sábado, 22 de noviembre de 2014

EL PAPA DICE QUE ES "ESCANDALOSO" COBRAR POR LOS SACRAMENTOS

Cuando los curas "se vuelven especuladores, el pueblo se escandaliza"

El Papa dice que es "escandaloso" cobrar en las iglesias por los sacramentos

"Que las iglesias jamás se conviertan en casas de negocios, la redención de Jesús es gratuita"

21 de noviembre de 2014 a las 16:10

 Hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente

El Papa Francisco denunció hoy que algunas parroquias se conviertan en "casas de negocio" y hagan pagar por celebrar sacramentos como bautizos o bodas, durante su homilía en la misa matutina de la capilla de su residencia, la Casa de Santa Marta.
El Papa reflexionó hoy sobre la liturgia del día en que Jesús expulsó a los mercaderes del Templo, "porque habían transformado la casa de oración en una cueva de ladrones" y entonces denunció cómo también ahora los sacerdotes pueden causar escándalo con sus hábitos, con el comercio o la mundanidad.
"Cuántas veces entramos en una iglesia, aún hoy, y hemos visto la lista de los precios" para el bautismo, la bendición, las intenciones para la Misa. Y el pueblo se escandaliza", exclamó el papa.
Ante ello, Francisco contó cómo recién ordenado sacerdote conoció a una pareja de novios que quería casarse durante una ceremonia que incluyera la misa, pero el párroco se negaba porque decía que la celebración no podía durar más de 20 minutos porque se ocupaban dos turnos.
"¡Y para casarse con una misa tuvieron que pagar dos turnos!", y esto es "un pecado", denunció el papa.
El papa recomendó entonces a los fieles que cuando vean estas cosas "tengan el valor de decírselo a la cara al párroco".
"Hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente", dijo el pontífice, quien agregó que es imposible perdonar cuando "La casa de Dios se convierte en una casa de negocios".

"Cuando los que están en el Templo - independientemente de que sean sacerdotes, laicos, secretarios que se ocupan de administrar la pastoral en el Templo - se vuelven especuladores, el pueblo se escandaliza. Y nosotros somos responsables de esto. También los laicos, ¡eh! Todos. Porque si yo veo que en mi parroquia se hace esto, debo tener el coraje de decírselo en la cara al párroco. Y la gente sufre por ese escándalo. Es curioso: el pueblo de Dios sabe perdonar a sus sacerdotes, cuando tienen una debilidad, resbalan sobre un pecado... sabe perdonar. Pero hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente. ¡No es capaz de perdonar! Y el escándalo, cuando el Templo, la Casa de Dios, se vuelve una casa de negocios, como aquel matrimonio: se alquilaba la iglesia".

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